jueves, 1 de mayo de 2008

--> Viaje a Portugal centro

Este viaje, es una continuación del viaje anterior que hicimos a Portugal.

Continuamos visitando a partir de donde lo habíamos dejado en el viaje del mes de marzo.La primera ciudad era Coimbra, destaca por tener uno de los lugares más visitados por los niños, "Portugal dos Pequenitos". Como se puede ver en las siguientes fotografías, hay montones de casitas, copia de monumentos tanto portugueses como del resto del mundo, eso si esos monumentos y casitas son todos a escala, lo que hace un lugar con un embrujo especial para todo el mundo pero en especial para los mas pequeños.








Una vez terminada la vista a la ciudad de los pequenitos, nos dirigimos paseando por las calles de Coimbra, pasando por el acueducto, que se puede ver en la siguiente foto.


Tras este largo paseo, llegamos a la famosa explanada de la Universidad de Coimbra la más antigua de Portugal, y dentro de esta universidad es de una especial belleza la biblioteca. Lo mas complicado es poder entrar porque hay que hacer cola durante un buen rato para acceder a esta biblioteca. En la siguiente fotografía se pueden ver el interior de parte de la Biblioteca de la Universidad de Coimbra y en la siguiente las vistas de Coimbra desde la Universidad.



Unos meses antes de nuestro viaje, una noticia llamaba la atención de toda España, "Habían detenido en Portugal Al Solitario, famoso ladrón de Bancos Español". esta noticia influyó en nuestra ruta para ir a visitar la ciudad de Figueira da Foz, que es donde este ladrón estaba a punto de robar otro banco cuando fue detenido. Esta ciudad de la costa portuguesa es bastante conocida por los casinos, y por primera vez en mi vida entramos en uno de ellos, dentro no se pueden hacer fotografías, pero el lujo que dentro se mueve dice mucho de los millones de euros que por allí circulaban.
En la siguiente fotografía se puede ver una de las calles comerciales de esta ciudad, justo en las puertas del casino.


La costa de Figueira da Foz, tiene varias playas y bien cuidadas, y desde ellas se puede apreciar una puesta de Sol única, tal y como se pude ver en las siguientes fotos.



Después de hacer noche en Leiria,recorrimos por carretera unos 25 Km y  nos acercamos al Santuario de Fátima, en las siguientes fotografías se puede ver o intuir dos cosas que nos llamaron poderosamente la atención , la primera es el tamaño de la explanada del santuario, y la segunda como los fieles se siguen martirizando las rodillas para recorrer los cientos de metros que hay que andar arrodillado para cruzar la explanada y llegar hasta la capilla de la Virgen.


 


Pocas personas aprovechan para ver las Grutas de Mira de Aire situadas a unos 15 Km del Santuario de Fátima, merece la pena sin duda alguna desplazarse hasta el pueblo de  Mira de Aire  y contemplar las mayores grutas de Portugal y unas de las 7 Maravillas Naturales de Portugal. Por si alguno tiene la intención de visitarlas recomiendo ropa de abrigo y un chubasquero de esos desechable porque hace frío en algunas zonas profundas de la gruta y también tiene goteras en algunas zonas. Algunas de las muchas fotografías que sacamos están a continuación.





Salimos de las grutas con la sensación de que acabábamos de estar dentro de un lugar con algo especial, los colores, los olores etc, nos hizo darnos cuenta que SIEMPRE los mejores monumentos a visitar son los que creó la naturaleza.

Pero nuestro recorrido para ese día nos guardaba dos lugares también de los considerados únicos, así que nos montamos de nuevo en el coche y tras 50 Km aproximadamente llegamos justo para comer a Óbidos, esta ciudad fortificada parece no haber avanzado de la edad media. Las callejuelas del interior de la ciudadela se entrelazan entre si convirtiendo el paseo en algo mas que una simple visita turística.

Sin lugar a dudas en Óbidos se aprecia como se vivía y como se defendían en una ciudad amurallada conservando hasta hoy la muralla perfectamente en todo su perímetro. También esta en perfecto estado de conservación el castillo que se encuentra en lo alto de la ciudadela convertido hoy en un Hotel de lujo.

Las siguientes imágenes nos muestran el interior y la muralla de Óbidos.







Cuando uno se aleja de Óbidos no puede menos que parar el che y admirar la estatua de una mano y al fondo la ciudadela amurallada.
El día se había acabado y regresamos al hotel en Leiria, al día siguiente nos acercariamos al lugar que hizo que hiciéramos este viaje. Ese lugar lo había visto en nuestro primer viaje a Portugal en una postal, era el Castillo moro de Sintra.

Era nuestro penúltimo día de viaje, tras hacer 150 Km llegamos a Sintra, el caos de coches era terrible en la entrada de la ciudad, pero poco a poco las casas van quedando atrás y empiezas a ascender por una montaña muy verde, con gran pendiente, se ver las casitas de Sintra muy pequeñas hasta que sin darte cuenta ves ante ti una tremenda muralla que rodea a un Castillo moro. Lo que pasa es que la distancia entre el Castillo y las murallas es de kilómetros. estas murallas que se pueden ver en las siguientes fotos al igual que los accesos a pie para poder entrar al recinto amurallado, son las murallas exteriores de castillo, luego veremos más cerca la murallas interiores así como el castillo. En la tercera foto de este grupo se puede ver la distancia a la que se encuentra el castillo de la muralla, como se puede ver está en la siguiente montaña.




Para llegar al castillo tuvimos que desandar lo andado, y con el coche acercarnos a las puertas del palacio, se puede hacer andando, pero llevaría 2 horas para cada lado. al llegar comienza lo difícil ya que no había muchas zonas donde aparcar y muchos coches.

Para subir a la parte alta de la montaña cogimos un trenecito turístico que cada 15 minutos sube cargado de turistas con pocas ganas de hacer la ruta a pie, La verdad es que la subida se las traía y después de ver la cara con que llegaban los valientes que hicieron la ruta a pie nos alegramos de haber cogido el trenecito. Las siguientes dos fotografías nos muestran la entrada a las murallas interiores así como la zona interior de las murallas. El chasco es que el interior del Castillo no se puede visitar al ser privado. Pero aun así mereció la pena haber llegado hasta ese lugar que unos meses antes había visto en una postal...




Tras haber comido en uno de los restaurantes que hay dentro del castillo, volvimos a montarnos en el trenecito para volver a donde teníamos aparcado el coche.

Nuestra ruta seguía, así que nos dirigimos al Cabo de Roca, lugar más occidental del continente Europeo, donde los acantilados son espectaculares, ta y como se pueden apreciar en las siguientes fotografías. En este lugar pegan las olas con toda su furia y es un verdadero espectáculo verlas, sabiendo que no se corre ningun peligro por la altura de estos acantilados.




En este segundo viaje a Portugal, el lugar mas al sur que visitaríamos sería Cascais, que era nuestro siguiente destino, de esta ciudad habíamos oído que tenia en su costa una gran hendidura, conocida como "A boca do Inferno", en pocos minutos desde Cabo de Roca nos pusimos en Cascais y el lugar esta perfectamente indicado, como se puede ver en la siguiente foto en un gran boquete en la roca, que al ser golpeado por las olas, genera mucha espuma y un ruido bastante curioso.


La verdad es que nuestra idea era poder acercarnos hasta Lisboa pero el cansancio y la hora que era nos hizo cambiar de parecer y pasar un día completo paseando por Cascais, descubrimos varias plazas dignas de ser visitadas, pero nos sorprendió la cantidad de bares, restaurantes, etc que tenían en sus terrazas toda la cartelería en alemán e ingles (en eso me recordó a Mallorca) y es porque esta zona de Portugal recibe miles de turistas cada año de estos dos países. Es un pueblo preparado por y para el turismo, porque tiene playas inmensas, esta muy cerca de Lisboa y eso le hace captar muchos de esos turistas. Una de las playas de ciudad, que por cierto no es nada grande se puede ver en la siguiente foto.


A cada lugar al que vamos procuramos comer la especialidad de ese lugar, en Cascais recuerdo la bollería rellena de crema, como una delicia muy recomendada.
Después de unas horas callejeando por esta bonita ciudad, volvemos a nuestro hotel en Leiria, que esta vez quedaba bastante lejos de donde estábamos, pero así al día siguiente no nos metíamos tanto Km hasta Galicia.

Un cambio de ultima hora nos hizo ir a visitar de camino al hotel una ciudad costera en un cabo de Portugal, llamado Peniche, suerte que no nos desviamos mucho para visitar este lugar porque lo de este pueblo tiene mucha tela, vale que es un pueblo marinero, pero es que están olvidados de la mano de Dios, las carreteras mejor no hablar, las casas están sin restaurar desde hace siglos, el puerto un desastre, pero bueno lo mejor lo amables que son sus gentes. Dejo aquí un pequeño homenaje a esa pedazo de rotonda que nos encontramos en las afueras del pueblo, para que luego nos quejemos de la de Monforte.




no nos queríamos quedar con ese mal sabor de boca y de paso que nos acercábamos a Leiria, decidimos parar en Nazaret, ciudad costera muy conocida por sus playas. Nazaret es esta ciudad donde ya había estado una vez en una excursión del colegio. Sus playas son impresionantes, dignas de pasearlas, aun se sigue vendiendo el pescado el la playa sobre unos plásticos, tiene su encanto. Sus calles estaban llenas de turistas, y aquí si estaba todo muy limpio y cuidado. Recuerdo un aire tremendo que levantaba la arena de la playa y no hacia el paseo muy agradable, pero tenemos un muy buen recuerdo del ambiente de esta ciudad. En la siguiente foto se pueden ver muchos turistas paseando por el paseo de la playa.




El último día siempre es el peor, por el tema de las maletas y además tener que pegarte el palizón de coche hasta casa, pero nosotros optamos por ir parando cada pocos Km e ir visitando pueblos, lo primero por descansar y lo segundo por conocer otros lugares. 

Uno de esos lugares en Pombal, una pequeña ciudad a pocos Km de Leiria, no tiene mucho que visitar pero si está bastante bien cuidada. Dejo aquí dos de las fotos que hicimos en este pueblo.




Fin... Hasta el próximo viaje